Por: Edgardo Alcides Vargas
Estudiante de Medicina-UNITEC
Honduras vive momentos históricos, que son vitales para la sociedad en temas como salud pública y política. Estamos viviendo una crisis en donde se debe negociar el cese de la hostilidad entre la sociedad y el gobierno. Nos queda claro que las confrontaciones son un válido indicador de la incapacidad de una de las partes para vencer al otro. Por mucho tiempo nos han dicho que, las guerras terminan cuando se derrota al opositor, ahora bien si esto no es posible, queda una salida y es la negociación entre las partes afectadas.
Lo que puede darle un valor agregado a la negociación; es que ambas partes comprendan que la violencia que se ha venido implementando como método de protesta no es la solución y se enfatiza en que los actores y líderes sociales promuevan la paz y la erradicación de la violencia, tomando en cuenta la responsabilidad colectiva que tiene cada uno de los ciudadanos. Deben analizar que Honduras es un país de derecho en donde el modelo organizativo debe velar por la dignidad humana cumpliendo con todos los derechos de las personas y la libertad que se da, esto se puede hacer realidad únicamente con el cumplimento de elementos y exigencias básicas.
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Es importante mencionar que el bienestar y el “buen vivir” radican en la individualidad y las relaciones con las demás personas. Son derechos que deben ser respetados, soy bien positivo con lo que a futuro pueda llegar, y es que nosotros como profesionales de la salud en Honduras podemos brindar oportunidades a la sociedad de hacer respetar los derechos y cumplir los deberes, de tal manera que se pueda crear un ambiente lleno de paz y bienestar general, siempre y cuando entreguemos nuestro don de servicio con amor y entrega.
Por eso es válida la frase ¨ salud es a las personas, lo que la paz a la sociedad ¨. La paz no descarta los conflictos, las tensiones de poder, pero en una sociedad que tiene paz, se resuelvan por vías de negociación que beneficien a todos. En el mundo hay cosas más conflictivas que otras, pero lo que hace la diferencia es la forma en que son resueltas. Como jóvenes visionarios debemos hacer una reestructuración en el sistema de salud de Honduras, en donde la atención sea de calidad y con calidez, forjar una sociedad saludable. Necesitamos la paz para poder tener salud y necesitamos salud para poder vivir en paz.