Por: Javier Flores
Licenciado en Relaciones Internacionales, Maestría en Administración de Proyectos y en Política Exterior y Diplomacia
Tras casi cincuenta días ya de cuarentena en Honduras, es obligatorio pensar en que será después del paso del coronavirus. La recuperación de esta crisis será similar a lo vivido en 1998 tras el paso del Huracán Mitch, el cual paralizó completamente nuestro país. Muchas cosas han cambiado desde hace 22 años, y la forma en que los estados le han apostado a la cooperación puede ser una de las soluciones más efectivas para el desarrollo.
El Secretario General de las Naciones Unidas, el Sr. Antonio Guterres, manifestó en su momento que la Cooperación Internacional debe adaptarse al correr de los tiempos. Recientemente, el 24 de abril, se celebró el Día del Multilateralismo, el cual nos recuerda del porque la humanidad debe unirse para hacerle frente a los problemas que atentan contra el orden mundial. Con la creación de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, firmada en 2015, la mayoría de los países ven el multilateralismo como una vía hacia un futuro más próspero, a través de la alineación de prioridades, en base a sus necesidades, para así lograr el avance en el cumplimiento de estos objetivos.
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Las herramientas que nos ofrece la diplomacia son infinitas y en estos tiempos de emergencia es cuando más se necesita del apoyo de la comunidad internacional. La cooperación nos ofrece métodos de réplicas, como por ejemplo, de como en otros países tienen éxito implementando diferentes acciones y así aplicarlos de igual manera, adaptándolo a la realidad nacional, a esto le conocemos como el intercambio de buenas prácticas. En este tiempo específico esto ha sido crucial ya que ante la llegada de la pandemia muchos países no reaccionaron a tiempo para tomar medidas inmediatas.
La crisis ya nos ha dejado acciones contundentes de apoyo como por ejemplo la donación que otorgó el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que en sus 60 años de historia otorgó por primera vez una donación a los estados centroamericanos y República Dominicana, un millón de dólares a cada uno, para enfrentar la crisis del coronavirus. Asimismo, el apoyo de la OPS/OMS en el país ha sido fundamental para responder desde antes que se presentara el virus en Honduras. De igual manera, donaciones realizadas por Estados Unidos y Taiwán, y países de la Unión Europea que re direccionarán fondos ya aprobados para el combate del COVID. Por muchos años se reconoce la enorme contribución que nuestros socios al desarrollo hacen por Honduras. Tanto los estados amigos como las Organizaciones Internacionales son esenciales para el progreso de sectores importantes como la agricultura, energía, medio ambiente, empleo y seguridad.
El 2020 inició de la forma menos esperada, el mundo paralizado completamente. Las consecuencias de ello son aún incalculables y ahora es cuando cada individuo debe visualizar como aportará para salir adelante. La crisis nos ha venido a recordar que juntos es como debemos trabajar, el apoyo mutuo entre los connacionales será fundamental para el restablecimiento de la economía. Es mucho más importante ahora entender uno de los principios fundamentales de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas: “Sin dejar a nadie atrás”, y para ello serán necesarias acciones serias y transparentes para contribuir al desarrollo de todas las comunidades y por ende de todas las personas.
No quiero perder la oportunidad de lamentar el fallecimiento de miles de personas y al mismo tiempo agradecer a los cuerpos médicos y de emergencia, quienes están haciendo todo lo posible para luchar contra este virus.