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ZEDE VS SOBERANÍA NACIONAL

Por: Luis E. Banegas

Luis Enrique Banegas es estudiante de economía y cultura internacional con concentraciones en finanzas y negocios internacionales en St. Francis College, Brooklyn, New York.

En el corazón del istmo centroamericano se ubica Honduras, un país tercermundista sumergido en pobreza extrema, altos niveles de corrupción e inestabilidad política y social. Como sus países vecinos, Honduras no ha podido romper las cadenas del imperialismo al que por muchos años estuvo sometida. Este país aparentemente democrático, nunca ha sido libre en su totalidad, ya que, de acuerdo a su historia, su desarrollo económico se podría atribuir en gran cantidad a microempresarios extranjeros que con el paso de los años consolidaron empresas multimillonarias en territorio hondureño. Esos mismos inversionistas que un día llegaron a Honduras con nada más que un par de dólares en sus bolsillos, se convirtieron en hombres poderosos que lograron influenciar las leyes capitalistas para el desarrollo económico del país. Desde los años noventa, la política hondureña ha sido espuria, ya que carece de carácter, veracidad, y fácilmente se deja influenciar por creencias capitalistas provenientes del norte. No es una incógnita que Honduras es un país extremadamente pobre dado que el 66% de su población vive en pobreza extrema. Esto significa que las personas pertenecientes a ciertos sectores del país carecen de oportunidades educativas, económicas, y sociales; siendo esto una causante que impide romper el ciclo de desigualdad creado a lo largo de los años. Debido a estos factores, hoy en día, este país de cinco estrellas se posiciona entre las cinco naciones con la tasa de desigualdad más alta en toda Latinoamérica.


A lo largo de los años, los gobernantes hondureños han tratado de buscar soluciones para expandir la industrialización del país; reducir la pobreza; crear fuentes de empleo; e incentivar el comercio internacional. Muchos economistas nacionales e internacionales han propuesto una solución para erradicar o reducir los factores causantes del empobrecimiento en el territorio hondureño. Ellos han planteado un experimento llamado Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE); estas zonas podrían considerarse como ciudades pequeñas y privadas que incentiven la inversión, industrialización y desarrollo del país. No obstante, para que las ZEDE puedan funcionar necesitan mantenerse en una cúpula céntrica regida internamente, con leyes creadas por los dirigentes de la misma institución, en este caso, inversionistas extranjeros y nacionales. En pocas palabras, las ZEDE requieren que Honduras ceda parte de su autonomía y soberanía con la promesa de un futuro mejor y reducir la tasa de desempleo, que, por cierto, se calcula a un número mayor del 40% de la fuerza laboral en el país. Un ejemplo prominente de estas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico ha sido la ciudad de Shenzhen, Hong Kong, China, que pasó de ser una región pobre y olvidada en el norte de ese país en 1979, a convertirse en una metrópolis industrializada y envidiada por el resto de los países asiáticos. ¿Pero cuál fue el efecto de esa ZEDE en Hong Kong? ¿Acaso se redujo la pobreza? ¿O quizá la tasa de desigualdad social disminuyó drásticamente? Desafortunadamente, la respuesta es no. Hoy en día Hong Kong posee una de las tasas de desigualdad económica más altas del mundo, con el coeficiente GINI de 0.539. Además, la disparidad económica entre los pobres y los ricos cada día sigue incrementando, haciéndose notoria en diferentes sectores de la ciudad, creando así un puente divisional que muchos economistas denominaron esta entidad económica como una burguesía democrática.


Si bien es cierto que las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico han contribuido a la industrialización de ciertas áreas en los países en los que se han implementado estos modelos, no es razonable utilizarlos como referencia para experimentar en países Latinoamericanos, especialmente tercermundistas. En primer lugar, Honduras es un país democrático y establecer estas ZEDE significa renunciar a nuestra soberanía, primicia que violenta los principios democráticos y capitalistas. Además, fue hasta el 2013, cuando el Congreso Nacional decidió cambiar la ley que prohibía la implementación de estos modelos de ciudades en la constitución. Por ello, se debe evaluar el porqué de este cambio, y qué beneficios atribuiría el establecimiento de estas ciudades revolucionarias en el país. Por el contrario, antes de tomar una decisión acerca de la construcción de estas ciudades privadas, se tiene que evaluar el contraste a futuro de lo que esto significa. En un lado del espectro, las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico se han implementado en países que comúnmente poseen sistemas económicos comunistas, como es el caso de la ciudad Shenzhen en Hong Kong, China. Por ello, sería completamente irónico que estas ciudades se desarrollaran en Honduras, cuando el gobierno ha sido muy vocal en contra de los ideales comunistas y socialistas. Asimismo, las ZEDE no son modelos verdaderamente capitalistas creados para reformar el mercado nacional de un país, por el contrario, se podría decir que las ciudades modelo debilitan el bienestar social de la nación, ya que en los modelos antes previstos solamente se ha incrementado la tasa de desigualdad entre sus habitantes. Antes de llevar a cabo el proyecto de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico en Honduras, sería recomendable evaluar la historia del país. Será que quizá la construcción de estas prominentes ciudades privadas será sinónimo de aquellos inversionistas que un día llegaron a Honduras y consolidaron empresas millonarias y lograron monopolizar el mercado nacional del país. Por eso la incógnita sería, ¿quién sería el verdadero beneficiario de estas ciudades? Ya que, en el otro lado del espectro, no existe evidencia concreta que compruebe de la construcción de las ZEDE revolucionará la economía en Honduras.

Referencias

Lung, Natalie. “La Pobreza No Cede En Medio de Las Riquezas de Hong Kong.” Perfil.Com, 2018, www.perfil.com/noticias/bloomberg/bc-en-medio-de-las-riquezas-de-hong-kong-la-pobreza-no-cede.phtml.

Interfaz. “Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, ZEDE.” Diario El Heraldo, 7 Apr. 2014, www.elheraldo.hn/opinion/616857-210/zonas-de-empleo-y-desarrollo-economico-zede.

Ortiz, Por Oscar. “Honduras Busca Luchar Contra El Desempleo En Plena Pandemia.” Voice of America, 2020, www.voanoticias.com/centroamerica/honduras-busca-luchar-contra-el-desempleo-en-plena-pandemia.

Geng, Andrew Sheng And Xiao. “Hong Kong's Real Problem Is Inequality EJINSIGHT - Ejinsight.Com.” EJINSIGHT, 2019, www.ejinsight.com/eji/article/id/2232589/20190828-hong-kongs-real-problem-is-inequality#:%7E:text=Hong%20Kong’s%20Gini%20coefficient%20%E2%80%93%20in,most%20starkly%20apparent%20in%20housing.

Sandi, Daniel. (2020). LAS ZONAS DE EMPLEO Y DESARROLLO ECONÓMICO (ZEDE), Y EL PERFECCIONAMIENTO DE LOS MECANISMOS DE DESPOJO EN HONDURAS. Revista de Ciencias Sociales. 97-114. 10.15517/rcs.v0i167.42980.

“Honduras.” World Bank, 2020, www.worldbank.org/en/country/honduras.


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