ESPACIOH
VENCIENDO
Por: Jorge Aguilera
Estudiante de Medicina en la Universidad Autónoma de Honduras

Un pueblo hondureño unido es el único recurso para vencer los males que hoy nos tienen de rodillas. La necesidad inigualable de sacar adelante a Honduras es un sentimiento que predomina en toda la población actualmente, pero, ha sido truncada por el COVID-19 y la nefasta corrupción.
El COVID-19 desnudó un sistema de salud frágil e insuficiente, que, lejos de convertirse en un alivio para la población se convirtió en un martirio para cada uno de nosotros. Cada día que pasa, hermanos y hermanas de patria pierden su lucha contra la enfermedad y alejados de la realidad, actores del gobierno de turno, nos dan soluciones a medias, soluciones que solo les funcionan a unos pocos.
Actualmente nuestro sistema de salud se encuentra colapsado, pero la realidad es que, estaba colapsado desde mucho antes que la pandemia iniciara. El no poner en primera línea la salud y educación como herramientas primordiales para mejorar las condiciones de cada uno de nosotros, los gobiernos pasados acumularon estas debilidades que hoy pesan en nuestro sistema de salud, pero a pesar de todo, hay una luz al final del túnel y es la de cada uno de nosotros tomando acción ante estas situaciones adversas.
¿Qué quiere decir esto? Los hondureños y hondureñas tenemos la vital tarea de enfrentar esta pandemia cumpliendo las recomendaciones y acciones que nos comunican los médicos, los héroes silentes de esta guerra, donde por muchos años han sido la columna vertebral de un sistema de salud fallido.
Nuestra lucha empieza en casa, resguardando nuestra integridad y protegiendo a aquellos que más nos importan, convencidos de que acabara esta pandemia, tenemos que iniciar a trabajar por un mañana mejor, donde, nos encontremos con la totalidad de nuestros compatriotas listos para reconstruir un país donde sus cimientos serán la salud y educación, la justicia y la ética, y el amor a la patria. Luchemos juntos hoy en casa, para seguir defendiendo y luchando por nuestro país, que tanto lo necesita.
Por otra parte, la corrupción, la vieja conocida, evidenció una vez más que está fortalecida y protegida por unos cuantos entre el gobierno, tanto tiempo hemos convivido con este mal que nos acostumbramos a los actos de corrupción ¿Por qué? Porque todos los sistemas que nos rigen para ser una sociedad solo permiten a unos pocos gozar de su beneficio, mientras que, a otros, los flagelan con actos de corrupción donde son perseguidos por denunciar su mal uso y falta de moral. Cada día que pasa, nuevos actos de corrupción se cometen, con la única diferencia de que se adaptan a la situación actual, no perdamos el enfoque. La corrupción tiene que ser combatida por cada uno de nosotros, donde tiene que prevalecer la ética y la moral, los valores y las buenas acciones. Nuestro papel es importante en el desarrollo de una nación, pero solo unidos podemos vencer a este monstruo.
Para esto, dejemos a un lado nuestras diferencias y unámonos a una sola voz, el pueblo hondureño tiene que hacer escuchar su clamor y no dejar que los mismos de siempre se aprovechen del momemtum de lucha y la utilicen con otros fines.
No nos engañemos, la corrupción lejos de ser vencida juntos, tiene que ser vencida individualmente, en nuestras casas y especialmente en nosotros mismos. Los valores son una herramienta útil para tan ardua acción, pero recordemos que todos somos humanos y nos podemos equivocar, sin embargo, nuestro objetivo primordial es tener un buen accionar en todo lo que hagamos, practiquemos lo que acostumbramos a exigir.
Una sociedad comprometida con su país, con el uso correcto de sus recursos, donde prevalezca el bien común y la justicia, y las buenas costumbres es el camino correcto. Unámonos para exigir una sociedad más justa, adecuada para nosotros, no bajemos la guardia y no dejemos de ser optimistas, que vendrán tiempos mejores.
La memoria quien en vida fueron muchos compatriotas que perdieron esta batalla está en nosotros, y para que no olvidemos, hagamos que sus nombres se escuchen. Por los que se fueron y aún batallan, lucharemos por ustedes para que en un futuro, no pase lo que estamos viviendo, juntos reescribiremos la historia de Honduras, juntos cambiaremos el presente.