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DETECCIÓN Y PREVENCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES EN HONDURAS

Por: José Javier Dávila

Ing. en Telecomunicaciones (UNITEC, Honduras y UNAB, Chile)

MSc. in Telecommunications with Business (UCL, UK)

Sin importar de que año estemos hablando, durante la época que transcurre entre febrero y mayo, estamos acostumbrados a ver cómo los incendios forestales destruyen poco a poco nuestros bosques. Para los que nacimos en los años ’90, nos basta recordar con nostalgia el paisaje que se apreciaba cuando se viajaba de Tegucigalpa a San Pedro Sula y compararlo con la vista que se tiene ahora del mismo trayecto para nos damos cuenta cómo los pulmones del territorio nacional se ven ahogados poco a poco. La causa no sólo son los incendios, sino también, la tala ilegal, el poco cuidado que tenemos de los bosques y otros factores que son contribuyentes a la deforestación.


Los últimos 5 años han sido particularmente retadores para la salud de los bosques de pino hondureño, en donde no sólo han sido afectados por los incendios forestales y la tala ilegal, sino también de distintas plagas. Según el “Anuario Estadístico Forestal 2017” del ICF, entre 2013-2016, la plaga del gorgojo descortezador devastó más de 500 mil hectáreas, dejando pérdidas (sólo en 2015) de cerca de 1,400 millones de lempiras [1]. (Para referencia del lector, una hectárea equivale más o menos a la cancha de un estadio de fútbol.)


Hablando específicamente de los incendios forestales, sólo en lo que va del año 2020 (actualizado al 20 de mayo) el Instituto de Conservación Forestal (ICF) reporta 72,347.42 hectáreas quemadas, distribuidas entre los 18 departamentos del país (exceptuando a las Islas de la Bahía) [2]. Los departamentos más afectados son Gracias a Dios (más de 37 mil hectáreas quemadas), Olancho (más de 8 mil hectáreas quemadas) y Francisco Morazán (más de 7 mil hectáreas quemadas). Durante los últimos meses de marzo y abril, para los que vivimos en Tegucigalpa, bastaba salir un momento para sentir el olor a humo y ver el hollín caer del cielo.


Aunque no sea del todo evidente, las pérdidas económicas, sociales y ambientales producto de cada hectárea que se quema son elevadas. Por un lado, hay costos directos asociados a los incendios, tales como: la inversión en el combate del incendio, las pérdidas ambientales por la quema de cultivos y las indemnizaciones por riesgo de muerte y/o accidente laboral, entre otros. Por otro lado, hay costos indirectos que tienen un alto impacto en la sociedad como: el aumento en la incidencia de enfermedades respiratorias, cierre de aeropuertos por obstaculización de visión (cada día de cierre puede representar pérdidas de $50 mil dólares [3]), amenazas a la fauna y vida silvestre por la destrucción de hábitats, rompimiento del proceso de evapotranspiración que favorece la lluvia, entre otros. Además, se tienen otros riesgos como la muerte de habitantes de zonas afectadas y combatientes forestales, al igual que la destrucción de hogares, edificios y otra infraestructura que se encuentren en zonas aledañas.


Hay que reconocer que en el país se hace un esfuerzo por reforestar un área mayor cada año. Para el año 2020, el ICF tiene la meta de reforestar 80,000 hectáreas [6]. Sin embargo, basta observar las estadísticas históricas para darnos cuenta de que hay un déficit: la deforestación avanza más rápido que la reforestación. Por lo tanto, podemos llegar a la siguiente conclusión: Nos conviene más enfocar los esfuerzos en proteger el bosque que en reforestarlo.


Ante la pregunta “¿Y qué se puede hacer para protegerlo?” valdría la pena primero considerar las diferentes partes del proceso de manejo de bosques e incendios forestales, comenzando con el objetivo de prevenir que se esparzan los incendios. Es de suma importancia que los propietarios, ya sea el estado o particulares, elaboren y ejecuten planes de manejo y protección para sus bosques, resultando en vigilancia, rondas de prevención (limpieza del material combustible), entre otras tareas preventivas. Para el momento del combate, y para tener una respuesta rápida, es necesario tener suficiente personal debidamente capacitado y equipado para combatir incendios. En cuanto a la detección, conviene estar en un estado permanente de alerta, pues la detección tardía de un incendio forestal puede tener consecuencias fatales. En Honduras, por desgracia, se ha visto el impacto de la detección tardía; en 2016 un incendio en el corazón del Parque Nacional Jeannette Kawas ardió por varios días sin ser detectado. Además, varios incendios que han comenzado durante la noche han ganado terreno debido a un monitoreo reducido durante los horarios de descanso del personal que cuida del bosque. Si bien es cierto, la colaboración de la población es indispensable, por ejemplo, reportando un incendio al 911 en cuanto sea visto, no obstante, es necesario buscar soluciones para lograr una detección más rápida y eficiente.


Más del 90% de los incendios forestales en Honduras, y a nivel mundial, son causados por influencia humana. Esto los vuelve difíciles de predecir, por lo que una detección temprana se vuelve vital, especialmente en las zonas que son más vulnerables. Aparte de la vigilancia humana, hay diversas tecnologías que se emplean para la detección de incendios forestales: imágenes satelitales, sistemas de cámaras térmicas (como las que se han probado recientemente en el Distrito Central), entre otras. Lastimosamente, con tecnologías como las antes mencionadas, se pueden producir falsas alarmas debido a fenómenos naturales como el movimiento de las nubes y del sol, o bien debido a la variación atmosférica.


Buscando alternativas y aprovechando la tecnología que ha sido desarrollada en los últimos años, junto a un equipo de tres ingenieros, hemos desarrollado un sistema de alerta temprana para la detección de incendios forestales basado en una red de sensores ambientales y aplicaciones para el análisis de los datos que son recolectados. Nuestra iniciativa lleva el nombre de: Internet of Trees, pues le estamos dando una voz a los árboles a través del Internet. El sistema funciona de la siguiente manera:


1. Instalamos sensores en los árboles para detectar variaciones en la temperatura y en la humedad del aire.

2. Los sensores reportan sus mediciones a una aplicación que corre en la nube y que analiza estos datos para detectar la ocurrencia de un incendio.

3. Las autoridades son alertadas vía SMS, correo electrónico, o la aplicación web, a fin de que se pueda producir una respuesta inmediata.

4. La aplicación web permite al usuario ver un mapa de los sensores instalados y sus lecturas en tiempo real, analizar el comportamiento histórico, descargar la base de datos, entre otras funciones.


El sistema de alerta temprana para la detección de incendios forestales de Internet of Trees


El método de detección planteado por Internet of Trees no es único en el mundo, pues hay iniciativas similares en otras latitudes, pero esta está siendo diseñada y optimizada para las características de los bosques y las condiciones climáticas de la región. Con presencia en sitio, a través de los sensores y su medición de las variables ambientales antes descritas, se puede tener una mayor precisión y velocidad a la hora de detectar incendios forestales.


El sistema actualmente se encuentra implementado en una zona protegida de la cordillera del Merendón y, gracias al apoyo de la Cervecería Hondureña y su casa matriz ABInbev, se encuentra disponible para el uso de la Gerencia de Ambiente de la Municipalidad de San Pedro Sula. Este proyecto piloto ha permitido probar el funcionamiento del sistema y también definir un método más adecuado para la implementación del sistema.


Por otro lado, el sistema ha sido puesto a prueba en incendios reales (quemas controladas) junto al ICF. Ubicando los sensores estratégicamente, sería viable proteger, al menos parcialmente, importantes zonas del país que se ven amenazadas con frecuencia por los incendios forestales.


Pruebas realizadas junto al ICF


En la actualidad, se está trabajando en conjunto con el ICF para proponer la implementación del sistema en el corredor boscoso central, una de las zonas más vulnerables del país. Espero que este proyecto se logre implementar, pues creo firmemente que el sistema de alerta temprana que hemos desarrollado en Internet of Trees puede tener un impacto sumamente positivo en el manejo de los incendios forestales, resultando en una reducción de las hectáreas que se queman año con año.


El aporte del equipo de Internet of Trees a esta causa es su sistema de detección de incendios forestales, pero animo a todos los que leen este artículo a que también hagan su parte: cuidemos el bosque. No lo contaminemos, no manejemos fuego imprudentemente (por ejemplo, con fogatas), mantengamos el bosque limpio de combustible que podría favorecer la expansión del fuego, y reportemos cualquier actividad sospechosa de piromanía o, de poder identificarlos, los incendios forestales.



Referencias


- X. Orellana, "62,000 pinos al día mueren por la plaga del gorgojo," La Prensa, 23 Enero 2016. [Online]. Available: https://www.laprensa.hn/honduras/922690-410/62000-pinos-al-d%C3%ADa-mueren-por-la-plaga-del-gorgojo. [Accessed 21 Mayo 2020].


- Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal - Áreas Protegidas y Vida Silvestre, "CUADRO RESUMEN DE INCENDIOS FORESTALES REPORTADOS POR DEPARTAMENTO," 2020.


- Proceso Digital, "Inestabilidad, angustia y pérdidas económicas por cierres de Toncontín," Proceso Digital, 29 Abril 2011. [Online]. Available: https://proceso.hn/economia/item/52920-Inestabilidad,-angustia-y-p%C3%A9rdidas-econ%C3%B3micas-por-cierres-de-Toncont%C3%ADn.html. [Accessed 21 Mayo 2020].



- J.A.M Vega, "Valoración económica parcial de los incendios forestales y actividades de protección en la Escuela Agrícola Panamericana, Honduras," Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, Zamorano, 2009.


- B. G., "Evaluación económica de daño ambiental por incendios forestales.," 2006.


- La Tribuna, "Honduras reforestará 80,000 hectáreas de bosque en 2020," La Tribuna, 5 Enero 2020. [Online]. Available: https://www.latribuna.hn/2020/01/05/honduras-reforestara-80000-hectareas-de-bosque-en-2020/. [Accessed 22 Mayo 2020].

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