Por: Renée Lucia Lizardo Thiebaud
Medico Interna de la Universidad Anahuac Sur
¿Por qué las personas adultas mayores son población de alto riesgo?
La población universalmente está cambiando, la proporción de personas con 60 años o más aumentan considerablemente con el paso del tiempo. Los adultos mayores como grupo tienen un incremento importante y la natalidad ha disminuido de manera considerable, en pocas palabras, la curva de natalidad versus la de mortalidad se ha invertido.
La modificación de la estructura por grupos de edad de la población es el resultado de varios fenómenos tales como la disminución de nacimientos en mujeres en edad reproductiva, la disminución sostenida de la mortalidad y el aumento de la expectativa de vida. Estos cambios demográficos tienen como consecuencia que el panorama de la persona adulta en el mundo este dominado por las enfermedades crónicas degenerativas, como diabetes o hipertensión. Las enfermedades crónicas degenerativas ocupan las primeras posiciones en la lista de principales causas de muerte en personas adultas mayores de 65 años, estas enfermedades se destacan por el uso de tratamiento prolongado, reduciendo la calidad de vida del paciente.
La información preliminar acerca de la experiencia de China, sobre adultos mayores, indican la alta vulnerabilidad de desarrollo de síntomas graves por coronavirus. Existen tres factores principales que predisponen a este grupo tales como la disminución de la función del sistema inmune, la mayor prevalencia de enfermedades crónicas degenerativas y la fragilidad y capacidad funcional. Muchas de las recomendaciones son iguales para el resto de la población, sin embargo, para los adultos mayores con enfermedades las siguientes recomendaciones se vuelven un eje vital para su supervivencia.
¿Qué hacer ante un contagio?
Asigna una habitación y baño exclusivo para separar a los miembros del hogar enfermos de los que están sanos. Si compartes áreas, es necesario desinfectarlas después de haberlas utilizado.
Asigna a un solo miembro de la familia que asista a la persona mayor. De ser posible, no asignes personas mayores de 65 años, ni personas con comorbilidades preexistentes.
Limpiar la casa diariamente.
Lavado de manos con jabón desinfectante o alcohol gel de 70% o más frecuentemente.
No tocarse la cara con las manos sin desinfectar, en especial la zona de ojos, nariz y boca
Al toser o estornudar, debe cubrir la nariz y boca con un pañuelo desechable o con la flexura del codo.
No saludes de beso, mano o abrazo
Toma distancia de los demás, no recibas visitas en casa a menos que sea absolutamente necesario. Si te llegan a visitar, asegúrate que sea una persona sin síntomas de resfriado y de preferencia, que no sean niños por que suelen ser asintomáticos.
No salgas de casa a menos que sea muy necesario. Apóyate con tu familia para que ellos puedan realizar las compras.
En caso de que tengas que salir, usa mascarilla, evita los grupos grandes y mantén una sana distancia de al menos 2 metros.
Si tomas medicamentos de manera regular, asegúrate de tener una cantidad suficiente para las siguientes semanas.
Debemos estar alertas de las personas mayores, ya que los síntomas pueden manifestarse de manera distinta al resto de la población. Por ejemplo, es posible que las personas mayores no presenten fiebre, por lo que solo tomar la temperatura puede no ser suficiente para revelar una posible infección. Las familias y personas mayores deben estar alerta ante la presentación atípica de COVID-19, una caída u olvidos frecuentes por lo general podrían ser signo de infección.
Así mismo la salud mental en adultos mayores, como en muchas personas, frente al COVID-19, pueden generar altos niveles de estrés, depresión y ansiedad, esto puede ser abrumador y pueden agravar aún más el estado mental de dicho grupo. El estado mental del adulto mayor en aislamiento se debe tomar en cuenta, ya que esto exacerba este tipo de alteraciones. Algunas de las recomendaciones son dar acceso a espacios con aire fresco, incluso el abrir una ventana, la actividad física limitada para mantener la funcionalidad muscular, los hábitos alimenticios adecuados en horarios regulares, la hidratación y los horarios normales de sueño pueden ayudar a prevenir dichas alteraciones.
Por otra parte, es importante considerar el aislamiento como un detonante de estrés y de alteración a la salud mental de los adultos mayores en comportamientos inusuales como aumento o disminución en niveles de energía y actividades diarias, aumento en el uso de alcohol, tabaco y/o drogas, aumento de la irritabilidad, con episodios de enojo y/o discusiones, dificultad para relajarse o dormir, llanto frecuente, nerviosismo y preocupación excesiva. El querer estar solo la mayor parte del tiempo, culpar a otras personas por todo, dificultad para comunicarse y escuchar, dificultad para dar o aceptar ayuda, incapacidad para sentir placer o divertirse y problemas en la memoria a corto plazo.
Es importante el apoyo a este grupo, como se mencionó anteriormente, ya que son personas vulnerables. Los tipos de apoyo que se les puede brindar incluye el proveer orientación ante la crisis y apoyo para la toma de decisiones, apoyo instrumental (ayudarlos con los víveres, limpieza, mandados y monetario), apoyo afectivo (compañía, dialogo, alegría y paz) y por último apoyo de reconocimiento (sentido de ser apreciado y evaluado positivamente). Sobre todo, lo más importante, NO dejarlos solos.
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