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Coronavirus: ¿Cómo puedo ser parte de la solución?

Por: Dr. Andrés E. Cáceres Salgado, en colaboración de los próximos residentes de Lincoln Medical Center, Bronx,NY.




Una vez más, el mundo se encuentra batallando una nueva guerra mundial, pero esta vez no es nación contra nación, axis y aliados. Esta vez, nuestras creencias, nuestro color de piel, nuestra posición política, y nuestras cuentas bancarias son irrelevantes. Esta guerra solo necesita de un requisito para ser reclutado: ser HUMANO. Ingresar a las redes sociales y ver la televisión puede ser agobiante con todas las noticias, las cifras que nos presentan, la desesperación, el caos y la histeria. Entre todo este tumulto, no seré el primero ni el ultimo que mencione esto, pero no es descabellado ni imposible pensar que NOSOTROS somos la solución. Se preguntarán: “Y yo ¿qué puedo hacer?” “¿Qué MÁS puedo hacer?” He sido maestro por los últimos 14 años de mi vida, y, cuando comencé a dar clases, tenía miedo de la responsabilidad que conllevaba educar a un estudiante. También, he sido Médico desde hace 5 años y, al principio de mi carrera, sentí miedo de la gran responsabilidad que significaba cuidar de la salud de un paciente. Sabía que debía buscar una solución... y ésta realmente era fácil: estudiar y educarme en ambas disciplinas para ofrecerle soluciones a mis alumnos y pacientes. Y, con eso en mente, quiero comenzar a hablar sobre este virus que se ha vuelto otro miembro en cada uno de nuestros hogares. Aquí leerán varias palabras que puedan causarles ansiedad, angustia y preocupación, pero quiero que en todo momento tengan esto en mente y lo interioricen: “La educación y el conocimiento son mi instrumento y mi arma hacia la solución” El Coronavirus, oficialmente llamado el SARS CoV2 es una variante del Coronavirus BETA, del cual, históricamente, ya ha habido otros en la historia, como el SARS 2003 y MERS 2012. Esta nueva variante es llamada SARS CoV2 por su similitud genética al SARS 2003. Pueden llamarlo Coronavirus, COVID- 19, SARS CoV2, pero quizás se preguntan por qué hago hincapié en el nombre. Porque una parte fundamental de la educación es la educación social y esto implica NUNCA llamar o referirse a este virus con nombres erróneos y discriminativos como “el virus chino” o, peor aún, caer en el racismo, discriminando a una cultura entera, buscando culpables por algo que, en gran parte, ha sido causado por la actitud errónea de parte de todos como humanos. En los medios escucharemos bastante sobre el famoso “período de incubación” y la “replicación viral”, términos que pensarán es cosa solo para los médicos o los microbiólogos. Pero no es así; eduquémonos en esto también, tomemos interés y en todo caso aclaremos nuestras dudas con los médicos y los microbiólogos. El periodo de incubación del Coronavirus / CoV2 es desde 2 hasta 14 días y algunos pensarán ahorita: “¡Este es el tiempo que nos han indicado que debemos estar metidos en casa!” y no es coincidencia. Debemos confiar en las autoridades y éstas, a la vez, educar a su gente sobre el PORQUÉ de sus medidas y acciones. Este periodo de incubación es simplemente el tiempo en que usted se puede sentir saludable, pero por dentro de su cuerpo, se está incubando el virus, hasta que finalmente pueda presentar ciertos síntomas. Por otra parte, la replicación viral es qué tan rápido este virus está creando OTROS virus adentro de su cuerpo. Me gustaría decirles que este virus tiene algún síntoma particular, así como el famoso dolor de cabeza “detrás de los ojos” del dengue, o los dolores articulares del Chikungunya, pero, lastimosamente la medicina y nuestro cuerpo humano no son una ciencia exacta como la matemática. Los síntomas más comunes son Fiebre (el más común de todos), un malestar general y tos seca. Pero, debemos saber que también pueden presentarse otros síntomas iniciales, como la diarrea, antes de que se manifiesten los síntomas antes mencionados. Es importante recalcar que hay casos de CoV2 que pueden cursar de manera ASINTOMÁTICA, es decir SIN SÍNTOMAS; aun así, estas personas asintomáticas siguen siendo portadores del virus y pueden infectar a otros.

“Si no lo hacés por vos, hacelo por tu familia, por tu abuelita” ... otra frase que se ha escuchado bastante en estos días y no podrían estar más en lo cierto. El virus afecta más a las poblaciones de adultos mayores, estos seres que nos han educado, nos han amado incondicionalmente, nos han cuidado. Bueno, es hora de devolverles el favor; es hora de cuidar de ellos y de demostrarles amor, también. Esta población de mayor edad se considera un grupo de alto riesgo por, las famosas, “defensas bajas” que tienen los adultos mayores; esto mismo sucede con pacientes que padecen enfermedades crónicas como Hipertensión, Insuficiencia Renal, Diabetes y anemias crónicas, por mencionar algunas. Estos son los pacientes con más probabilidades de sufrir complicaciones por el CoV2; esas complicaciones que tanto tememos que los lleven a requerir de un ventilador mecánico y, aún más, temor a aquella que no podemos evitar, pero procuramos alejarnos de ella lo más posible, la muerte. Sepan que el mayor error humano que podemos cometer es pensar “Yo soy joven, yo me cuido, ¡a mí no me va a dar!”. La soberbia no es nuestra aliada en estas situaciones y fiarnos de ella solo llevará a consecuencias que no se las deseamos ni a nuestro peor enemigo.

Se habrán preguntado: “¿qué será esa curva que tanto ponen en la televisión? Solo sé que va para arriba.” Los números son universales y son la manera más fácil de transmitir un mensaje universal. Pero, a veces los números también nos pueden dar miedo, así como cuando vamos al supermercado, recibimos la cuenta de la tarjeta de crédito o vemos la balanza al pesarnos y vemos un número que nos asusta. En esos casos, ¿cómo solucionamos ese problema o nos quitamos este miedo de manera inmediata? La solución a la que recurrimos es ahorrar, controlar nuestros gastos, nuestra dieta y vamos perdiendo el miedo porque logramos bajar ese número. Pues, ¿me creerían si les digo que esta curva del CoV2 también podemos controlarla? ¡SÍ PODEMOS! Esa curva refleja dos cosas que entre todos podemos controlar, si cada uno de nosotros pone de su parte: exposición y prevención.

Así de simple; repito, así de simple. Esta famosa “curva exponencial” que hemos estado viendo sobre el CoV2 solo depende de esos dos factores: la exposición y la prevención. Si podemos controlar estos dos factores, al igual que controlamos nuestros gastos, nuestra dieta y nuestros ahorros, yo les aseguro esa curva se va a frenar. Si evitamos exponernos al salir de nuestros hogares, o si tomamos las medidas preventivas necesarias en caso que sí nos veamos obligados a salir, esa curva va a bajar.

Por último, y no menos importante, quiero hablar de los síntomas que TODOS estamos presentando por el SARS CoV2. Estos no los mencionan en ningún manual de prevención que he leído hasta ahora. Estos son los síntomas de ansiedad, angustia y desesperación que todos, en los diferentes países del mundo, estamos sintiendo. Incluso, estos pueden ser más contagiosos que el mismo virus. No debemos tener pena por sentirnos ansiosos, angustiados o desesperados; somos humanos, y como humanos, es nuestro derecho a sentirnos así. Pero, también como humanos es nuestro deber hablarlo, escuchar al vecino, al prójimo, porque definitivamente no estamos solos en esto. Es nuestro deber, también, educarnos sobre el tema para ser faros de seguridad, paz y tranquilidad con todos aquellos que más lo necesiten; aquellos que no pueden leer o escribir, aquellos que no tienen un celular o una computadora para poder informarse o educarse. Debemos ser la voz correcta, la voz educada, la voz con conocimiento, la voz de la esperanza... y, sobre todo, que esa voz se convierta en ese nuevo miembro en nuestros hogares y reemplace al Coronavirus.

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