Por: Elvin Noe Garcia Juarez
Ingeniero Agrónomo, egresado de la Universidad Nacional de Agricultura, Catacamas Olancho, 06 de abril de 2017. Estudiante de Maestría en Gerencia de Programas Sanitarios en Inocuidad de Alimentos, Universidad para la Cooperación Internacional, 2020-2022.
Honduras a pesar de poseer múltiples fortalezas, relacionadas principalmente con su ubicación estratégica, además de cada vez más creciente base industrial, y tomando en cuenta los continuos esfuerzos para aumentar el número de productos que son exportados, incluyendo también que la mayoría de su población es joven y en constante crecimiento, aun con todo ello el país presenta altos niveles de pobreza y desigualdad en comparación con otros países de la región, y es así como según datos oficiales del año 2018 un 48,3 por ciento de las personas que lo habitan viven en pobreza, porcentaje que aumenta en las zonas rurales (60,1 por ciento) en comparación con las zonas urbanas (38,4 por ciento) (Banco Mundial, 2020).
El índice de desigualdad 52, 1, evidencia la alta presencia de este flagelo convirtiéndose en uno de los más altos a nivel del continente y de todo el mundo; además la clase media es una de las más pequeñas en comparación con otros países de América Latina y El Caribe (11 por ciento en 2015, al ser comparado con el promedio regional de 35 por ciento) (Banco Mundial, 2020). En el tema de desnutrición infantil Honduras ocupaba en 2018 el no muy honroso tercer lugar en el año 2018 en la región con 22.6% de porcentaje de los niños menores de 5 años (Radio America, 2018).
Ante este panorama, encontrar estrategias que permitan revertir las estadísticas negativas e incidir positivamente en el bienestar de nuestra población para dejar atrás la pobreza y la desnutrición resulta fundamental, y es allí donde la agricultura familiar y la producción de huertos escolares pueden llegar a convertirse en una alternativa real para reducir estos índices.
Los huertos escolares además de ser utilizados como espacios de producción de alimentos nutritivos, también pueden llegar a ser una herramienta de enseñanza, ya que, mediante la puesta en práctica de su establecimiento, los estudiantes obtienen un conocimiento continuo mediante la implementación de distintas técnicas agrícolas, llegando a identificar los valores nutritivos de los alimentos, por lo que contribuye de manera directa a complementar y diversificar la alimentación que se brinda en los centros escolares (FAO Honduras, 2015).
Si bien es cierto muchos centros educativos de nuestro país no cuentan con las herramientas necesarias para echar andar este tipo de proyectos, ya sea por falta de presupuesto, falta de asesoría técnica o insuficiente espacio para su establecimiento, resulta fundamental lograr vencer todos estos obstáculos para lograr convertirlo en una política pública que no solo quede escrita en papel, sino más bien lleve esperanza a todos los rincones de Honduras.
La idea es que los huertos escolares se constituyan como herramientas pedagógicas y la creación de nuevos escenarios que permitan el intercambio de conocimiento haciendo uso del aprender haciendo, utilizando recursos propios de las comunidades en las diferentes etapas de producción de alimentos, lo que servirá para fortalecer la gestión del programa alimentación escolar que se encuentra presente en muchos centros de enseñanza del país (CENISS, 2018).
Y es que si queremos ganar la lucha contra el hambre cada esfuerzo por muy diminuto que se vea cuenta para lograr dicho objetivo, allí es donde entran en juego los pequeños agricultores, que según datos estadísticos producen más del 80% de los alimentos del planeta, “aun con todo ello normalmente se encuentran en el grupo de” los más vulnerables al hambre, datos citados por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (Sarmiento, 2019).
La agricultura familiar es definida como aquella forma de producción normalmente rural en la que el agricultor es el actor principal del sistema, en la que tanto su estilo de vida como el medio físico lo combina en un determinado ambiente productivo, donde la agricultura es la principal ocupación y fuente del ingreso familiar cuando se dedica por completo a dicha actividad, la familia se convierte en la principal fuerza de trabajo utilizada en la explotación agrícola, para que su diseminación trascienda a través del tiempo es necesario que los jóvenes se involucren para llegar a ser los nuevos agricultores (Pengue, 2006).
Afirmando que existen más de 600 millones de explotaciones agrícolas en el mundo de las cuales más del 90% de ellas están dirigidas por una sola persona o familia, una realidad que destaca su importancia en la seguridad alimentaria de la población mundial, en Honduras los agricultores familiares están clasificados en los que producen alimentos de autoconsumo, y una de agricultura familiar en transición que se espera pueda llegar a convertirse en una agricultura familiar consolidada, que permita a los agricultores ser sostenibles en cuanto a producción de alimentos y ganancias obtenidas se refiere (Sarmiento, 2019).
Definiendo la agricultura familiar de subsistencia o autoconsumo como aquella que cuenta con menor disponibilidad de tierras e ingresos de la producción propia que resultan insuficientes para garantizar su sostenibilidad, debido a ello se tiene que recurrir al trabajo asalariado, en cambio la agricultura familiar en transición tiene acceso de tierra mayores y mejores, logrando cierta solvencia económica, pero tiene dificultades para generar excedentes que le permitan un mayor desarrollo de la unidad productiva (Echenique, 2006).
Fomentar la agricultura familiar en las diferentes regiones del país genera múltiples beneficios que van desde la producción de alimentos sanos y nutritivos, inculcando valores fundamentales como la responsabilidad, además de que permite aprovechar más el tiempo y compartir en el entorno familiar, pero para que esto llegue a suceder es necesario el apoyo gubernamental y de la sociedad en general, teniendo como estandarte la inocuidad a la hora de producir alimentos, un tema que aunque no es nuevo, en nuestro país hoy en día aunque existen políticas de estado que fomentan estas prácticas la realidad es que no se cumplen a cabalidad, por lo que necesitamos comprometernos más cada uno de los sectores involucrados.
Por último y no menos importante resulta la implementación de la agricultura familiar periurbana, la cual contribuye a la seguridad alimentaria de las familias en condiciones de pobreza alimentaria, proporcionando asistencia técnica, así como los insumos y equipamiento que necesitan para la producción de alimentos, generando incentivos para la adquisición de insumos, y apoyando en temas de construcción de infraestructura y la realización de obras y prácticas para el aprovechamiento sustentable de suelo y agua; proyectos que integren todos los sectores productivos que forman parte de la cadena agroalimentaria (Castro, 2016).
Como se ha mencionado anteriormente Honduras cuenta con una diversidad de recursos naturales para producir alimentos para toda su población los cuales son producidos principalmente por pequeños agricultores, es allí donde radica la importancia de la agricultura familiar; incluyendo además estrategias como la implementación de huertos escolares, mecanismos que aunque no son nuevos, se adaptan fácilmente a las condiciones de nuestro país, lo que se necesita es una verdadera política pública que abarque todos los rincones de Honduras y se convierta en una herramienta en la lucha contra la pobreza y la desnutrición.
Referencias
Banco Mundial. (09 de octubre de 2020). Obtenido de https://www.bancomundial.org/es/country/honduras/overview
Castro, J. L. (21 de febrero de 2016). Inforural. Obtenido de https://www.inforural.com.mx/la-agricultura-familiar-periurbana-y-traspatio-opcion-para-el-pais/
CENISS. (Octubre de 2018). Obtenido de http://www.ceniss.gob.hn/alianzacs/documentos/BORRADOR-PYENSAN-2030-18012019-EC-SL-RM-3-editado-FINAL.pdf
Echenique, J. (marzo de 2006). Obtenido de http://www.agriculturafamiliarperu.pe/wp-content/uploads/2014/07/03.2006-FAO-
BID-Echenique-Tipologia-Agricultura-Familiar.pdf
FAO Honduras. (29 de octubre de 2015). Obtenido de http://www.fao.org/honduras/noticias/detail-events/es/c/359554/
Pengue, W. (12 de abril de 2006). Obtenido de https://www.ecoportal.net/temas-especiales/desarrollo-sustentable/la_importancia_de_la_agricultura_familiar/
Radio America. (19 de noviembre de 2018). Obtenido de http://www.radioamerica.hn/honduras-el-tercer-pais-de-america-latina-con-mayores-tasas-de-desnutricion-infantil-cronica/
Sarmiento, J. R. (17 de junio de 2019). Obtenido de https://www.latribuna.hn/2019/06/17/la-agricultura-familiar-en-honduras/
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